Un
par de cuestionamientos claves asaltan al ser humano en algún momento de su
vida... ¿cómo llegué aquí? y ¿cuál es el sentido de mi existencia? Éstas preguntas
han tratado de resolverse por miles de intelectuales, ciencias, corrientes
filosóficas, religiones, y demás. Realmente no hay una única respuesta en la
que todos concuerden, verdades absolutas son muy pocas.
¿Y
por qué son claves éstas cuestiones? Indudablemente las acciones del ser humano afectan el balance de los ecosistemas
del planeta y en los últimos siglos se ha generado una gran pérdida de
biodiversidad, contaminación de los cuerpos de agua y una excesiva emisión de
gases invernadero a la atmósfera.
La
humanidad además de ser afectada por desastres naturales, se ve dañada debido a
fenómenos antropogénicos como las guerras, la desigualdad social y económica
creando muchas grandes ironías; sólo 20 países concentran el 80% de la riqueza
económica mundial, hay niños con obesidad y muriéndose de hambruna al mismo
tiempo, por mencionar un par de ejemplos.
En
la descripción del hombre en el libro de Bereshit
(Génisis), encontramos repuestas en dos versículos sobre la función del hombre
dentro de la creación:
El primero se refiere a la
bendición del Eterno a Adán y Eva: "D-OS
los bendijo; y D-OS les dijo: 'Fructifiquen y multiplíquense, llenen la tierra
y sométanla; y dominen sobre los peces del mar y sobre las aves de los cielos,
y sobre todo animal que se mueve sobre la tierra'" (Bereshit 1: 28).
El segundo describe la tarea del
hombre: "El Eterno D-OS tomó al
hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo trabajase y lo
perseverase" (Bereshit 2:
15)
Según
el judaísmo, la misión del hombre está oculta dentro de la tensión que existe
entre estos dos versículos; entre dominio y trabajo, la conquista y
preservación; se halla en el punto del balance
correcto entre el desarrollo del mundo y
su elevación, por un lado, y su cuidado
y conservación, por otro.[1]
¿Cómo
lograr este equilibrio? Franz Rosenzweig explica en su obra principal, La
estrella de la Redención, cómo la unicidad de cada persona, el mundo y D-OS, en su conjunto se relacionan de tal
manera que encuentran este balance (representados en el primer triángulo de la
estrella de David con el vértice apuntando al Norte).

En
el siglo XVI el cabalista Isaac Luria le entrega una connotación espiritual al
concepto de Tikkun Olam que aparece
desde la Mishná. Luria postulaba que para restablecer el orden del universo era
necesaria la "sanación del mundo" o "reestablecimiento del
equilibrio en el planeta" que va desde la perspectiva ambiental hasta la social
ya que somos responsables con el prójimo sobre todo en la adversidad.
Una
de las misiones de toda comunidad judía en la diáspora es apoyar, asistir, dar
y responder con solidaridad ante las crisis que se presentan en el país que les
ha abierto las puertas. Debemos demostrar empatía y sensibilidad ante las
necesidades del prójimo y actuar conforme a nuestras posibilidades y es así
como "se bendecirán por medio de ti
todas las familias de la tierra"(Génesis 12: 3).
Las
tareas que realiza CADENA sirven a la trascendente misión de asistir a las
comunidades más necesitadas víctimas de un desastre natural o una emergencia que
impactan su realidad y vulneran su sustentabilidad. Tratamos de acotar la
brecha que separa a tantas comunidades de alta marginación del progreso y la
prosperidad. Estamos comprometidos con la sociedad, en los tres ideales que nos
constituyen; ayudar (asistiendo Mano
a Mano a los más necesitados), educar
(a la sociedad en los valores del altruismo y la filantropía) y difundir (sumando día con día más gente
a esta labor). Ideales que tejidos el uno al otro logran cambiar realidades,
mejorar condiciones, crear cultura de prevención; que como resultado generan
Tikkun Olam, dejando un mundo mejor que cuando llegamos.
CADENA
es un semillero para hombres dispuestos a SER y a HACER. En las entregas el
encuentro cara a cara con el necesitado es de tal magnitud que es imposible que
una persona regrese sin un cambio de "software" y lo que constituye
en el interior de cada uno, se forma un ser altruista de tiempo completo. La felicidad
constante se logra al ayudar al prójimo porque produce bienestar a quien da y a
quien recibe "el que te bendiga será
bendecido" y a su vez debemos estar agradecidos por todo lo que
tenemos, consientes de que "hoy es por ti y mañana por mí", somos
vulnerables por igual. Y siempre hay millones más que necesitan ayuda.
Tikkun
Olam es reflexionar sobre las consecuencias de nuestras acciones en el
equilibrio del mundo, es expandir nuestra mirada individual y de corto plazo,
hacia una perspectiva global y de largo plazo, hacia nuestros hijos, y los
hijos de nuestros hijos y hacia las generaciones venideras.
Evidentemente,
a partir de lo anterior, surge la gran necesidad de educar y formar a nuestros
hermanos, en especial a nuestros jóvenes, acerca de la enorme importancia que
tiene en nuestros días usar nuestras facultades humanas para conservar el
equilibrio de toda la creación. Una enseñanza hebrea dictada hace más de 2,000
años dice: "En el lugar donde no
hayan hombres párate y se tú el hombre, pero no te confundas, no tienes que
hacer todo el trabajo". Así hemos sumado muchos eslabones;
voluntarios, donadores, organizaciones, instituciones, escuelas, alumnos de
servicio social, asesores comprometidos y convencidos de que juntos podemos
hacer la diferencia. Únete a CADENA, haz Tikkun Olam con nosotros.
www.cadena.org.mx
www.facebook.com/Cadena.AC
Escrito por Lyann Jafif Nahmias
[1]
Obtenido del manual de "Adamá" torá
medioambiente tikkun olam. Por Einat Kremer. Edición Agua.
[2]
D-OS representa una sola entidad donde la voluntad es una con el objetivo de
unir y alinear el carácter común por medio de un sólo líder.
[3]
La revelación de D-OS ante el hombre es por medio de la Torá permitiendo
orientar al ser humano con su palabra para estar plenos en cuerpo y alma.
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