viernes, 20 de mayo de 2016

55 cosas que no sabías de mí

Escrito por Lyann Jafif Nahmias

1.    Mi coche se llama Natasha.
2.    Soy muy sensible a los olores.
3.    Sólo lloro en películas de niños.
4.  Técnicamente yo le pedí matrimonio a mi esposo.     
5.    Mi peor prejuicio es decir que tan inteligente es alguien por su forma de respirar.
6.    No compro películas piratas.
7.    Mi "guilty pleasure" es hacer justicia en el coche cuando hay tráfico.
8.    Si fuera por mí, nunca me depilaría
9.    Mi chiste favorito es: HIJO- Mamá, mamá ¿Qué hay de comer hoy? MAMÁ- Caca con tomate. HIJO- ¡Ajjj! Tomate.
10. Me encanta quitar granos. So gross.
11. Quiero ir a Fiji.
12. El peor insulto que le puedo decir a alguien es: “baboso”
13. De chiquita acariciaba alacranes
14. Me fascinan los datos curiosos, me hacen aprender mucho.
15. Tengo una lista de metas, sueños y caprichos que quiero cumplir.
16. Es un orgullo para mí, comprar productos mexicanos (aunque sean más caros). 
17. Creo en las criaturas fantásticas.
18. Tengo una gran obsesión con el orden.
19. Usar lentes de contacto es como volver a nacer.
20. No me gusta la playa (ni el mar, ni la arena) como actividad vacacional. 
21. El que no sabe estar solo, lo considero un novato.
22. Odio la cerveza.
23. No me gusta el jitomate ni el aguacate.
24. Me fascina entrar a casas que no conozco y ver su decoración.
25. Si mi familia me dejara, tendría más mascotas de las que tengo.
26. Prefiero el frío que el calor.
27. Cuando como algo que no me gusta mucho, lo sigo comiendo.
28. La consciencia que habla en mis pensamientos la nombré "Me" 
29. Cuando estoy nerviosa, hago changuitos con los dedos de mis pies.
30. Tengo chistes internos conmigo misma.
31. Siempre me despierto grumpy.
32. Bendigo en mi mente a las personas humildes que veo pasar en la calle.
33. No soporto a las personas que no cierran ciclos.
34. No le tengo fobia a nada.
35. Anhelo las vacaciones pero me aburro en ellas.
36. Contemplo en el espejo la belleza de mis ojos.
37. De niña quería ser presidenta de México.
38. Quiero ver a un OVNI.
39. No me gusta la comida japonesa (sí, eso incluye el sushi).
40. Considero que Paparazzi es una palabra muy divertida.
41. Podría vivir de peanut butter.
42. Me dan risa las películas de terror.
43. Mis uñas tienen literalmente la consistencia de papel.  
44. Muchas veces, me sueno y me sale aire por el ojo.
45. Soy víctima de la cama voladora cuando tomo alcohol.
46. No comprendo por qué nadie le gusta el sabor de las medicinas.
47. El olor del fuego, es mi favorito (nadie me cree que tiene olor).
48. Usar pants se me hace de lo más fachoso.
49. Odio los circos, en especial a los payasos.
50. Cuando estoy sola grito y trato de llegar a la nota más aguda.
51. No entiendo a las personas que se lavan los dientes antes de desayunar y no después.
52. Los sudokus se me hacen extremadamente aburridos.
53. Cuando cierro los ojos veo un conjunto de pequeños puntitos verdes y rosas viniendo hacia mí.
54. Pienso en lo aburrida que sería mi vida si fuera un perro.
55. Podría incluir en cada enunciado de mis escritos puntos suspensivos… ¡WoW! Me encantan.

El despertar

20 de octubre del 2011

Dura época en la que llegué a conocerte
Justo cuando llorabas una muerte
Pero tú siempre tan fuerte
Y es así, como llegué a quererte

Un gran corazón se separa de tu mente
"La vida es increíble" dices constantemente
Es así como inspiras tú a la gente,
"que siga sus sueños, que lo intente"

Apoyo incondicional tuve de tu parte
Porque me recordaste que soy importante
Y créeme, te lo agradezco eternamente
Ya que necesitaba una verdadera amiga que me despierte


Para mi Natush


Escrito por Lyann Jafif Nahmias

viernes, 13 de mayo de 2016

Tikkun Olam como esencia de CADENA


                Un par de cuestionamientos claves asaltan al ser humano en algún momento de su vida... ¿cómo llegué aquí? y ¿cuál es el sentido de mi existencia? Éstas preguntas han tratado de resolverse por miles de intelectuales, ciencias, corrientes filosóficas, religiones, y demás. Realmente no hay una única respuesta en la que todos concuerden, verdades absolutas son muy pocas.
                ¿Y por qué son claves éstas cuestiones? Indudablemente las acciones del ser humano afectan el balance de los ecosistemas del planeta y en los últimos siglos se ha generado una gran pérdida de biodiversidad, contaminación de los cuerpos de agua y una excesiva emisión de gases invernadero a la atmósfera.

                La humanidad además de ser afectada por desastres naturales, se ve dañada debido a fenómenos antropogénicos como las guerras, la desigualdad social y económica creando muchas grandes ironías; sólo 20 países concentran el 80% de la riqueza económica mundial, hay niños con obesidad y muriéndose de hambruna al mismo tiempo, por mencionar un par de ejemplos.
                En la descripción del hombre en el libro de Bereshit (Génisis), encontramos repuestas en dos versículos sobre la función del hombre dentro de la creación:
El primero se refiere a la bendición del Eterno a Adán y Eva: "D-OS los bendijo; y D-OS les dijo: 'Fructifiquen y multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; y dominen sobre los peces del mar y sobre las aves de los cielos, y sobre todo animal que se mueve sobre la tierra'" (Bereshit 1: 28).
El segundo describe la tarea del hombre: "El Eterno D-OS tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo trabajase y lo perseverase" (Bereshit 2: 15)
                Según el judaísmo, la misión del hombre está oculta dentro de la tensión que existe entre estos dos versículos; entre dominio y trabajo, la conquista y preservación; se halla en el punto del balance correcto entre el desarrollo del mundo y su elevación, por un lado, y su cuidado y conservación, por otro.[1]
                ¿Cómo lograr este equilibrio? Franz Rosenzweig explica en su obra principal, La estrella de la Redención, cómo la unicidad de cada persona, el mundo y  D-OS, en su conjunto se relacionan de tal manera que encuentran este balance (representados en el primer triángulo de la estrella de David con el vértice apuntando al Norte).
                El segundo triángulo (vértice apuntando al Sur) representa la relación entre las tres bases del primer triángulo; D-OS[2] se revela ante el hombre[3] creando al mundo con un propósito. Y por último la redención orienta al ser humano la tarea de salvar al mundo, a hacer Tikkun Olam.
                En el siglo XVI el cabalista Isaac Luria le entrega una connotación espiritual al concepto de Tikkun Olam que aparece desde la Mishná. Luria postulaba que para restablecer el orden del universo era necesaria la "sanación del mundo" o "reestablecimiento del equilibrio en el planeta" que va desde la perspectiva ambiental hasta la social ya que somos responsables con el prójimo sobre todo en la adversidad.
                Una de las misiones de toda comunidad judía en la diáspora es apoyar, asistir, dar y responder con solidaridad ante las crisis que se presentan en el país que les ha abierto las puertas. Debemos demostrar empatía y sensibilidad ante las necesidades del prójimo y actuar conforme a nuestras posibilidades y es así como "se bendecirán por medio de ti todas las familias de la tierra"(Génesis 12: 3).
                Las tareas que realiza CADENA sirven a la trascendente misión de asistir a las comunidades más necesitadas víctimas de un desastre natural o una emergencia que impactan su realidad y vulneran su sustentabilidad. Tratamos de acotar la brecha que separa a tantas comunidades de alta marginación del progreso y la prosperidad. Estamos comprometidos con la sociedad, en los tres ideales que nos constituyen; ayudar (asistiendo Mano a Mano a los más necesitados), educar (a la sociedad en los valores del altruismo y la filantropía) y difundir (sumando día con día más gente a esta labor). Ideales que tejidos el uno al otro logran cambiar realidades, mejorar condiciones, crear cultura de prevención; que como resultado generan Tikkun Olam, dejando un mundo mejor que cuando llegamos.
                CADENA es un semillero para hombres dispuestos a SER y a HACER. En las entregas el encuentro cara a cara con el necesitado es de tal magnitud que es imposible que una persona regrese sin un cambio de "software" y lo que constituye en el interior de cada uno, se forma un ser  altruista de tiempo completo. La felicidad constante se logra al ayudar al prójimo porque produce bienestar a quien da y a quien recibe "el que te bendiga será bendecido" y a su vez debemos estar agradecidos por todo lo que tenemos, consientes de que "hoy es por ti y mañana por mí", somos vulnerables por igual. Y siempre hay millones más que necesitan ayuda.
                Tikkun Olam es reflexionar sobre las consecuencias de nuestras acciones en el equilibrio del mundo, es expandir nuestra mirada individual y de corto plazo, hacia una perspectiva global y de largo plazo, hacia nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos y hacia las generaciones venideras.
                Evidentemente, a partir de lo anterior, surge la gran necesidad de educar y formar a nuestros hermanos, en especial a nuestros jóvenes, acerca de la enorme importancia que tiene en nuestros días usar nuestras facultades humanas para conservar el equilibrio de toda la creación. Una enseñanza hebrea dictada hace más de 2,000 años dice: "En el lugar donde no hayan hombres párate y se tú el hombre, pero no te confundas, no tienes que hacer todo el trabajo". Así hemos sumado muchos eslabones; voluntarios, donadores, organizaciones, instituciones, escuelas, alumnos de servicio social, asesores comprometidos y convencidos de que juntos podemos hacer la diferencia. Únete a CADENA, haz Tikkun Olam con nosotros.

www.cadena.org.mx
www.facebook.com/Cadena.AC
Escrito por Lyann Jafif Nahmias



[1] Obtenido del manual de "Adamá" torá medioambiente tikkun olam. Por Einat Kremer. Edición Agua.
[2] D-OS representa una sola entidad donde la voluntad es una con el objetivo de unir y alinear el carácter común por medio de un sólo líder.
[3] La revelación de D-OS ante el hombre es por medio de la Torá permitiendo orientar al ser humano con su palabra para estar plenos en cuerpo y alma.

jueves, 12 de mayo de 2016

Yerma in the heart


Fuck everything. Y me fui. Sola. Al cine.
-  "Sí, sola mamá"
-  "Pero ¿cómo que sola?"
-  "¿Cómo que cómo? Así, solita, sin nadie"
-  "¿Y tu novio? No estés sola mi amor"

¿Por qué no? Me desespera que la gente no sepa estar sola. Y no me refiero a sola manejando en el coche, me refiero a solo con uno mismo. Casi nadie va por un café con sí mismo, o a cenar consigo... o al cine solo.

Me sentía harta, de todo; de los problemas, de la uni, de los amigos, del novio, de los proyectos, de las clases, del "casi" fin de semestre y de mi falta de voluntad.

Y me quise relajar, viendo al bomboncito de Gael García... pero la película se llama "Desierto", no "Princesas al rescate".

Es una tristeza la realidad en la que vivimos. Y lo que más tristeza me da es que yo Lyann, sienta tristeza, porque no estoy ni cerca de saber lo que es el miedo, lo que se siente escapar, el hambre, la sed o estar realmente sola. Una vez, le conté a una amiga lo mal que me sentía al sentir tristeza cuando fuera de mi pequeña burbuja de acero, hay un gran mundo pudriéndose. ¿Quién soy yo para quejarse? ¿Quién soy yo para llorar? ¿Quién soy yo para decir que no lo tengo todo? Quizá es más deplorable verme a mí llorar que ver llorar a una persona que huye de la migra.

Y mi amiga me dijo algo muy cierto: "todos somos merecedores de lo mejor". Todos queremos lo mejor para nosotros y por eso nos entristecemos cuando sentimos que algo falta. (Eso evidentemente me hace preguntarme qué me falta)

Al ver la película realmente pensé mucho en esta frase pero en otro sentido: nadie se merece morir indignamente. Realmente me compadecí de cada uno de los personajes, hasta del perro. ¿Cómo puedes matar a alguien que no conoces? ¿Cómo puedes matar a alguien sabiendo que lo único que quiere es perseguir una mejor vida, oportunidades? ¿Cómo puedes matar a alguien sin saber quién depende de esa persona? ¿Cómo puedes matar?
Literalmente, si me preguntan cuál es el tema de la película, mi respuesta es simple: guerra.
Vivimos en un mundo de guerras silenciosas, con muertes y sin muertes. Y evidentemente cada quien busca salvar su propio pellejo pero el factor suerte es indispensable para la supervivencia, eso sí da miedo.

Tantas muertes, tantas derrotas, tantos engaños, tanta tristeza. He entendido que la tristeza que siento no es por mí, es por los demás. Mi compasión y empatía se han vuelto "ponerme en los zapatos del otro" y sufrir más porque pocas veces puedo hacer algo por ellos.

Existe una política detrás, un sistema, estereotipos, ideologías, historia. No soy nadie para provocar cambios tan grandes, tan básicos. Ni siquiera sé lidiar con mi propia vida.
¿Cómo solucionar el problema de los indocumentados? ¿Cómo abolir la violencia? ¿Qué sacrificar? ¿Qué hacer?

Considero que lo peor que nos puede pasar es acostumbrarnos al horror.
               Aterrorizarnos de la primera muerte.
                               Sufrir de la segunda.
                                               Sorprendernos de la tercera.
                                                               Acostumbrarnos de la cuarta.
                                                                               Olvidándonos de la quinta.
                                                                                                And so on...

Pero juro que yo sentía la muerte de cada personaje, les gritaba en mi cabeza: "¡No seas estúpida! Corre", "Escóndete, no te pongas en un plano claro" y con las escenas gráficas, Jonás Cuarón lograba su objetivo conmigo: sentir. Y yo le meto mi ingrediente propio: agobiarme.

Y aquí termina este escrito, porque no creo que tenga nada más que decir.

Escrito por Lyann Jafif Nahmias